Hoy, en este Día de la Mujer Rural, nos reunimos para rendir homenaje a todas esas mujeres que, con su esfuerzo silencioso, su amor y su trabajo, han sido y siguen siendo el alma de nuestros pueblos.
Mujeres que madrugan cuando aún no ha salido el sol, que cuidan de la tierra, de los animales y de sus familias con la misma dedicación, y que han sostenido la vida en los rincones rurales generación tras generación.
La mujer rural representa la fortaleza, la constancia y el corazón de nuestras comunidades. Su labor, muchas veces invisible, ha sido esencial para el desarrollo del campo, la economía local y, sobre todo, para la transmisión de valores como el esfuerzo, la solidaridad y el amor a la tierra.
Celebrar este día es reconocer su entrega, poner en valor su papel fundamental y decir en voz alta que sin ellas, sin su trabajo y su sabiduría, nuestros pueblos no serían lo que son hoy.
Ellas han criado familias, han trabajado en el campo, han mantenido vivas nuestras tradiciones y, al mismo tiempo, han sido ejemplo de coraje, ternura y dignidad.
Por eso, desde el Ayuntamiento de Periana, queremos rendir un sincero homenaje a todas las mujeres rurales, especialmente a aquellas que forman parte de nuestra historia más cercana.
Hoy recordamos y celebramos sus vidas, sus manos curtidas por el trabajo, sus corazones llenos de amor y su enorme contribución a esta tierra que tanto queremos.
Y para hacerlo, compartiremos dos historias preciosas, llenas de sentimiento, esfuerzo y cariño. Dos ejemplos de mujeres que representan a todas las demás:
mujeres valientes, trabajadoras y luchadoras, que con su ejemplo nos inspiran cada día.

HOMENAJE MUJER RURAL 2025 PERIANA A DOLORES GLORIA BENÍTEZ.
Hoy, en este Día de la Mujer Rural, nos reunimos para rendir homenaje a una mujer trabajadora, luchadora y llena de amor. Una mujer que, con sus manos, su esfuerzo y su corazón, ha construido una vida dedicada al trabajo, a la familia y a los valores que hoy seguimos admirando.
Hablamos de una madre, una esposa, una hija y una mujer ejemplar, cuya historia representa la esencia de tantas mujeres rurales de nuestra tierra.
Desde muy joven, en su querido pueblo de Alfarnatejo, comenzó a trabajar junto a sus padres y hermanos en el Cortijo del Molino. Allí, entre el olor a pan recién hecho y el sonido del campo, ayudaba en las labores de la casa, cocinaba para los trabajadores que iban a las faenas y cuidaba de los animales.
Aquellos primeros años forjaron su carácter: fuerte, generoso y perseverante.
Con el paso del tiempo, su vida la llevó a Marchamona, junto a su esposo, donde continuó con el mismo espíritu incansable. No hubo trabajo que se le resistiera: recogió aceitunas, almendras, garbanzos, trigo y cebada; cultivó hortalizas en el llano de las Ventas de Zafarraya, y todo ello sin dejar nunca de cuidar a su familia.
Y es que, además de su esfuerzo en el campo, tuvo una misión aún más grande: criar a sus cinco hijas, sin las comodidades que tenemos hoy. Sin lavadoras, sin pañales, sin agua corriente. Día tras día, acudía al lavadero del pozo, cargando cubos y ropa, sin queja ni descanso, con la fuerza de quien ama profundamente y con la dignidad de quien sabe que cada gota de sudor construye un futuro mejor.
Por eso, hoy sus hijas —Mati, María del Mar, Salvi, Toñi y Noelia— quieren dedicarle unas palabras desde el corazón:
“Mamá, hoy queremos recordarte todo lo que has hecho por nosotras.
Eres el pilar que nos sostiene, la luz que nos guía y la voz que siempre sabe aconsejar.
Has enfrentado la vida con una fuerza admirable y con un amor incondicional que nos ha hecho ser quienes somos.
Junto a papá habéis trabajado sin descanso, superando tiempos difíciles, para que nunca nos faltara lo esencial y para que pudiéramos estudiar y cumplir nuestros sueños.
Admiramos tu valentía, tu ternura y tu capacidad de amar.
Eres más que una madre: eres nuestra maestra, nuestra guía, nuestra inspiración y el espejo en el que cada día queremos mirarnos.
Gracias por ser como eres, por tanto amor y por toda tu entrega.”
Hoy, en nombre del Ayuntamiento de Periana y de todas las personas que valoramos la grandeza de la mujer rural, te rendimos este homenaje.
Porque historias como la tuya son las que dan sentido a nuestras raíces y las que mantienen viva la esencia de nuestros pueblos.
Tu ejemplo, tu esfuerzo y tu amor son y serán siempre un faro para las nuevas generaciones.
Gracias por ser la fuerza silenciosa que hace grande al mundo rural.
Gracias por representar, con orgullo y sencillez, lo mejor de nuestras mujeres de campo.
Con todo nuestro cariño y admiración,
Ayuntamiento de Periana – Día de la Mujer Rural 2025
Tus hijas: Mati, María del Mar, Salvi, Toñi y Noelia

HOMENAJE MUJER RURAL 2025 PERIANA A ANA LÓPEZ PASCUAL.
Hablar de una persona tan especial nunca es fácil, porque resumir todo lo que significa y todo lo que ha hecho por los suyos sería imposible. Pero hoy queremos hacerlo, porque lo merece. Porque hay personas que, con su ejemplo, su cariño y su esfuerzo, dejan una huella imborrable en nuestras vidas.
Hoy este homenaje va para ti, abuela Anita, nuestra yaya querida.
Cuando pienso en ti, me vienen a la mente miles de recuerdos, y todos ellos están llenos de amor. Recuerdos de Mondrón, ese lugar donde te criaste y donde pasaste la mayor parte de tu vida, donde también me criaste a mí.
En aquella casa compartimos tantas vivencias… risas, regañinas, abrazos, besos, y sobre todo, mucho cariño. Allí cuidaste de tus cuatro hijos —Paco, Emilio, Mari y mi madre, Lurdes—, y también de nosotros, tus nietos, como solo una abuela sabe hacerlo: con paciencia, ternura y amor infinito.
Desde muy joven fuiste una mujer trabajadora. Empezaste ayudando a tu padre en el campo, recogiendo aceitunas y haciendo todo tipo de tareas, en una época en la que el trabajo de la mujer no siempre era reconocido. Pero tú, abuela, nunca te rendiste.
A los 22 años conociste al abuelo Emilio, con quien formaste una familia llena de amor. Y aunque el trabajo en el campo seguía, también te convertiste en el corazón del hogar, en la madre que todo lo podía y que siempre encontraba tiempo para todos.
Tus hijos recuerdan una infancia feliz, llena de risas, cariño y, de vez en cuando, algún merecido “alpargatazo” —como ellos mismos dicen—, pero siempre con el amor como base de todo.
Y cuando ellos crecieron, llegamos nosotros: tus nietos.
Nos has cuidado, consentido y amado sin medida. Nos has dado lo mejor de ti, nos has hecho reír, nos has preparado nuestras comidas favoritas —esas patatas fritas tan ricas, el gazpachuelo que tanto nos gusta, y ese chocolate nocturno que nunca falta—.
Porque contigo, abuela, todo es más bonito, más cálido, más feliz.
Muchas veces dices que los años han pasado y que ya no eres la misma, pero te equivocas. Para nosotros, sigues siendo preciosa, por fuera y por dentro.
Cada arruga de tu rostro cuenta una historia, cada gesto tuyo transmite amor. Eres una mujer valiente, trabajadora, fuerte y cariñosa. Una mujer rural que ha sabido luchar por su familia, enfrentarse a las dificultades y salir siempre adelante con una sonrisa.
Hemos vivido momentos felices, pero también tiempos difíciles. La vida nos ha puesto a prueba, y tú siempre has estado ahí, firme, valiente, dándonos lecciones de coraje y amor.
Por eso, hoy quiero prometerte, abuela, que te voy a cuidar como tú siempre lo has hecho conmigo. Que voy a estar a tu lado, sacándote una sonrisa cada vez que pueda, acompañándote como tú lo hiciste conmigo desde que era pequeña.
Porque te lo mereces todo, abuela: amor, alegría y el reconocimiento de todos los que te queremos.
Gracias por estar siempre ahí, por cuidar de todos, por querernos sin medida.
Gracias por tus palabras, tus gestos, tus enseñanzas y por tu ejemplo.
Eres una mujer rural de corazón, una mujer que representa la fuerza y la ternura de tantas mujeres de nuestros pueblos.
Hoy, en nombre de toda tu familia y del Ayuntamiento de Periana, te rendimos este homenaje con el corazón en la mano.
Gracias por tanto, Anita.
Gracias por tu vida, tu entrega y por ser esa abuela que todos quisiéramos tener.
Te queremos muchísimo.
Con todo nuestro amor, tu familia.






Agradecer especialmente la labor desarrollada por el grupo de voluntarios de Mariola Mantas Guerrero que estuvieron colaborando durante el evento.